El café torrefacto
¿Que es el café torrefacto?
Torrefacto es el “café” que se obtiene cuando se añade azúcar a los granos de café durante el proceso de tostado. Durante este proceso, se alcanzan temperaturas elevadas, por ello el azúcar se carameliza envolviendo el grano de café, creando una película de tonalidad muy oscura y brillante, obteniéndose el color negro característico del café torrefacto.
Así, se obtiene una bebida oscura y de sabor muy amargo, con la falsa creencia de que éste es un café más intenso y consistente, siendo el efecto del azúcar quemado el que enmascara los verdaderos aromas y sabores del café.
Los cafés torrefactos se suelen elaborar con variedad robusta, de peor calidad, y poco digestiva, por lo que se obtiene un café denso y final amargo, y con el doble de cafeína que el café arábica, más aromático, suave al paladar y digestivo.
Numerosos estudios relacionan el consumo de café torrefacto con problemas relacionados con la salud, ya que la alta concentración de azúcar, y el “quemado” no es gratuito para nuestra salud, siendo desaconsejado no sólo para los diabéticos (por las elevadas cantidades de azúcar del proceso de tostado y además por el hecho de añadir más azúcar todavía en la taza para enmascarar el sabor amargo y fuerte). Por ello, debido a su dudoso beneficio para la salud, se continúan realizando investigaciones para comprobar sus posibles propiedades carcinógenas.
Apostar por el café de tueste natural
El café natural al no estar adulterado con ningún añadido posee intactas todas sus cualidades sensoriales y organolépticas. Es por ello que es un café mucho más saludable, y con un mayor número de beneficios y de propiedades nutricionales.
Existe una amplia variedad de sabores y sensaciones dentro de una buena taza de café, pero deberíamos apostar por el café arábica de calidad con tueste 100% natural, lo que significa que los granos han sido tostados solos mediante calor.
Los cafés ocultan una gran variedad de matices, tanto en aroma como en sabor. Pero lo que no deberíamos encontrar en un buen café son sabores amargos, sino dulces o florales, e incluso cítricos. El sabor tiene que ser a nuestro gusto, pero con atributos agradables que nos inviten a repetir.