KCCE ‘Kenya Cooperative Coffee Exporters’, una cooperativa fundada en año 2009 y apoyada por el Gobierno, con el fin de dar respuesta a las necesidades de los caficultores de Kenia de tener más control sobre la comercialización de su propia producción a fin de obtener rendimientos netos más altos y abordar diversos desafíos a los que se enfrentaba el sector cafetalero relacionado con la producción, la calidad, la comercialización y el valor añadido al café. Junto a KCCE hemos añadido cafés de nueve estaciones de lavado que se encuentran en la región de Nyeri, estas estaciones de lavado (conocidas localmente como ‘factories’) se organizan dentro de Cooperativas que son miembros de la KCCE. En dos factories hemos desarrollado nuestros experimentos naturales con fermentación anaeróbica y técnica de secado ‘sleeping bag’ repitiendo el proceso que anteriormente habíamos hecho en Murang’a y en Kiambu, siendo el primer año en el que realizamos procesos experimentales en Cooperativas en Kenia, hasta ahora solo los habíamos realizado en fincas pequeñas. El resultado de este trabajo son lotes estables y muy limpio, además los productores están muy animados, ya que este tipo de cafés crean un nuevo nicho de mercado para ellos.

La estación de lavado de Ichamama se encuentra en la región cafetalera de Nyeri, en el distrito de Othaya. Funciona desde 1999 y, junto con otras estaciones de la zona, forma parte de la Othaya Farmers Cooperative.

Las estaciones y la Cooperativa son propiedad de los productores de café de la región, quienes entregan allí la recolección de sus cerezas para su procesamiento, lo que favorece la trazabilidad y el control de la calidad.

Los caficultores de esta Cooperativa reciben apoyo en insumos, formación agrícola y acompañamiento en la comercialización de sus cafés. Sus fincas están ubicadas entre los 1.650 y los 1.800 msnm, sobre suelos de origen volcánico, y cultivan principalmente las variedades Ruiru 11, SL 28 y SL 34; la mayoría de las explotaciones son pequeñas, de alrededor de una hectárea.

En cada cosecha, los productores seleccionan manualmente las cerezas y las entregan en la estación de lavado. El equipo de Ichamama recibe estas cerezas y aplica de forma rigurosa los procesos establecidos. La estación de lavado de Ichamama se sitúa a 1.760 msnm, una altitud que favorece el desarrollo de cafés con buena definición, dulzor y complejidad en el perfil de sabor.