En esta visita a la Finca Pampojilá, conversamos con Edgar Muralles y Alex Teleguario sobre el pasado y presente del café guatemalteco, las ocho regiones del país y, sobre todo, el salto que están dando hacia procesos más medidos, replicables y con identidad en taza, sin perder de vista que la base de todo está en el campo.

Guatemala: Diversidad en pocos kilómetros

Guatemala es uno de los orígenes más reconocidos del mundo, pero cuando llegas a Atitlán entiendes por qué: en un país pequeño conviven microclimas, suelos y altitudes que cambian rápido y generan perfiles muy distintos. Esa diversidad explica también sus regiones cafeteras (como Atitlán, Antigua, Cobán, Huehuetenango, San Marcos, Fraijanes o Nuevo Oriente), cada una con condiciones y estilos propios.

Pampojilá: del campo a la taza
En Finca Pampojilá, conversamos con Edgar Muralles (comercialización) y Alex Teleguario (responsable agrícola) sobre cómo se construye un café de especialidad desde el origen. Para ellos, la diferencia no empieza en el tanque, sino en el campo: nutrición basada en análisis, cultivo sano, manejo de sombra y agua, adaptación al clima y, sobre todo, cosecha selectiva: procesar únicamente cereza madura.

Pampojilá también es historia: una finca antigua que vivió momentos difíciles tras grandes tormentas y deslaves, y que desde 2012 se ha renovado con fuerza bajo Agropecuaria Titlán, replantando y modernizando la operación.

Procesos con método: medir para poder repetir

Procesos con método: medir para poder repetir

En procesos, el lavado sigue siendo la base, pero el proyecto ha ido creciendo en naturales, honeys y anaeróbicos. La clave del cambio es pasar de la intuición a la medición y la repetición: registrar pH, Brix, tiempos y temperaturas para poder replicar perfiles y entender mejor cómo evoluciona la fermentación. Los anaeróbicos, cuentan, al principio impresionan por su intensidad, pero con control y experiencia se convierten en una herramienta real para crear cafés distintos sin perder calidad.

Mirando a 2030

La visión es clara: consolidar a Pampojilá como una finca líder en Atitlán y Guatemala, con foco en sostenibilidad, tecnificación útil y un equipo humano cada vez más preparado para innovar.