Hoy en día, el café es una de las bebidas que más se consumen en el mundo. Nos podemos tomar una taza de café en cualquier país, desde Italia o Estados Unidos hasta Etiopía, y de inmediato nos damos cuenta de que la manera de prepararlo y servirlo difiere enormemente de un lugar a otro. Aun partiendo del mismo producto, la explosión de sabores en cada bebida es variopinta e infinita.
Sin embargo, el consumo del café está cambiando. Muchos factores, como las redes sociales, el poder adquisitivo, la protección ambiental, entre otros, están creando tendencias de consumo que afectan en las decisiones de los consumidores y su percepción.
Para entender la evolución dentro de la industria del café, se dividieron en tres etapas o 3 “olas” dónde se describe cuales son los cambios y preferencias que envuelve al consumo de café.
La primera ola comenzó en 1800, cuando el consumo de café comenzó a crecer a niveles inimaginables. Este aumento fue debido a la concienciación de la gente sobre el potencial que había detrás de esta infusión y comenzó a comprarla con regularidad.
En sus orígenes, el café era un producto de lujo. Su consumo estaba solamente al alcance de las clases altas, hasta la creación de empresas que empezaron a comercializarlo y envasarlo de forma más industrial para llegar a toda la población.
La segunda ola comenzó en la década de 1970, los consumidores de café empezaron a apreciar más el café y, en consecuencia, comenzaron a exigir no solo un café de mejor calidad, sino también conocer de dónde provenía el grano del que tomaban la infusión.
La tercera ola, en la cual estamos actualmente, el consumidor pasa a buscar un café de especialidad. Se compra el café no sólo por la calidad sino también por su origen. Los consumidores se empiezan a preocupar por el proceso de cultivo, producción y marca. Actualmente se está modelando este consumo, ya que el cliente final pasa de ver el café como bebida a percibirlo como una experiencia sensorial en todos los ámbitos.
Año tras año, se consolida el crecimiento del consumo del café tanto en cantidad como en calidad, siendo Europa el mayor consumidor de café a nivel mundial y posicionando los países nórdicos como primeros en el ranking de consumo.
Las nuevas generaciones con mayor poder adquisitivo y la influencia de las redes sociales hacen que crezca el interés por el producto que tenemos en taza y la calidad de esta.
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