CANOPUS es la Estrella que da nombre a todos los lotes de café que produce Jean Vilhena Faleiros en su finca Santa Mónica situada en la región cafetalera de Alta Mogiana. Los lotes se diferencian por sus diferentes características en su sabor, aroma y procesos, cada caficultor recibe el nombre de una estrella para denominar a sus lotes, formando así un gran universo cafetero.
Herramienta desarrollada por Mare Terra Coffee
Achocolatados, Anuezados, Azúcares, Cítricos y Otros Frutos
Azúcar de Caña, Crema de Avellana, Mantequilla, Naranja y Pera
· Recepción de cereza
· Clasificación por maduración
· Fermentación anaeróbica en cereza
· Secado al aire libre
Aroma | 8,25 |
Sabor | 8,25 |
Acidez | 8,00 |
Finalización | 8,00 |
Cuerpo | 8,00 |
Balance | 8,00 |
Global | 8,25 |
Limpieza en taza | 10,00 |
Dulzura | 10,00 |
Uniformidad | 10,00 |
Total | 86,75 |
Jean Vilhena es el propietario de la finca Santa Mónica, proviene de una familia con más de 100 años de experiencia produciendo cafés. Una familia que siempre ha tenido una visión moderna y ha apostado por los avances en sus instalaciones para la producción de sus cafés. Jean nació en una familia con una gran tradición cafetalera con una historia centenaria, desde que nació su vida estaba encaminada a ser caficultor, según Jean su historia cafetalera empezó en el cielo ya que como católico cree que Dios nos escoge a todos para un propósito en la vida y el suyo era y es ser caficultor. En 1994 cuando Jean tenía 18 años, tuvo que decidir entre marcharse a trabajar fuera de su ciudad o quedarse y empezar a trabajar con su padre en las fincas. Jean decidió quedarse y empezar a trabajar compaginando el trabajo con cursos y estudios sobre la caficultura. Junto a su padre empezó a aprender sobre las tareas básicas de la finca y poco a poco fue trabajando y aplicando nuevas tecnologías en la producción de los cafés de la finca Santa Mónica. La Finca Santa Mónica está ubicada en un lugar privilegiado de la región de Alta Mogiana, el microclima y la altitud que hay en sus tierras son factores positivos para el desarrollo óptimo de sus cafetos y para la producción de cafés especiales. Jean ha conseguido muchos de sus propósitos en su carrera profesional tras años de trabajo y formación y sigue teniendo muchos otros, la finca Santa Mónica siempre está en constante evolución, buscando mejorar para que el fruto de sus cafetos llegue a las tazas de los consumidores con la mayor calidad posible, siempre desde el respeto que la producción de café merece. A día de hoy la finca cuenta con 10.000 metros cuadrados de camas africanas y con unas de las instalaciones más modernas de Brasil, además hace seis años que no utilizan insecticidas químicos y tres años en los que no han utilizado glifosato -herbicida- buscando así una caficultura cada vez más sostenible. En la finca Santa Mónica tienen muy claros sus valores sobre la producción de sus cafés especiales, uno de ellos es ser ejemplo y referencia para los nuevos caficultores. Tienen inquietudes, buscando siempre una caficultura mucho más sostenible y orgánica, cuidando primero la base, su suelo, para que la tradición en el cultivo de cafés trascienda generación tras generación