Café Imai AMEA

El amor y la pasión por la caficultura le vienen dados a Luciana por su esposo Gil César de Melo, iniciaron su proyecto sembrando juntos sus primeras hectáreas de café. La caficultura en la familia viene dada por los abuelos de Gil Cesar Melo, cuando pasaba con ellos los fines de semana y las vacaciones, Gil César recuerda que lo que más le gustaba era estar en medio del cafetal y aprender todo lo que su abuelo le explicaba. Gil Cesar compartió con su esposa su entusiasmo y el respeto por los cultivo de café y así juntos iniciaron sus primeros cultivos de café. Luciana y Gil César han sido muy selectivos eligiendo los terrenos para sus cultivos, siempre siendo respetuosos con el área forestal alrededor de sus fincas animando y fomentando a todos sus empleados a preservar el medio ambiente. La Finca Espigão do Palmital está ubicada en un terreno montañoso y con gran altitud, esto favorece el cultivo de granos especiales con un aroma y sabor inigualables. Sus cafés se desarrollan en terrenos, donde aves e insectos viven en armonía, en la finca se respeta el área forestal, un paraje biodiverso, en una altura de 1.1500 msnm. Con una superficie total de 300 hectáreas, son 120 las hectáreas que Luciana dedica a la producción de café. Luciana y Gil tienen dos hijos, Edu y Hugo Leandro Melo, toda la familia trabaja codo con codo en el campo, en la producción de cafés especiales, en la familia tiene un fin en común que es la producción sostenible de sus cafés, siempre respetando el medio ambiente formando e inculcando estos valores a todas las personas que trabajan en la finca. Hoy, la cuarta generación de productores de la familia, ha heredado la misma pasión, transmitida de generación en generación, ahora llega una nueva visión, aportando conocimiento e innovación para el avance y desarrollo de la Finca Espigão do Palmital.